viernes, 27 de agosto de 2010

NAVIDAD

Esto no era justo, claro que no.
Ana volvió la vista hacia Paola que había visto todo; pudo sentir las lágrimas en sus ojos, esperando salir. Salió de la disco a empujones con Paola pisándole los talones.
Fueron al baño y para cuando llegaron Ana ya controlaba su llanto, el no lo merecía, esa era su mentalidad, ningún niño lo merecía; no la verían soltar una sola lágrima.

Paola no sabía que decir, lo único que se le ocurrió fue preguntar:
-¿Qué te dijo?
-Es… es… un… ¡maldito! ¿Qué le pasa? ¡¿Con quien cree que esta hablando?! ¡Ahh! Tengo unas ganas de golpeármelo…
-¡¿Qué te dijo carambas?!
-El muy… tu sabes… me dijo que me quería, que me cuidara… ¿Por qué me dice eso? Tiene novia y créeme, no estoy como para aguantar sus estupideces ¡Ash!

Ana estaba realmente furiosa, estaba sacando su desconcierto y dolor a través de gritos y quejas; Paola como buena amiga decía que el no valía la pena, ¡Vaya! Eso Ana ya lo sabía, el problema era hacerse a la idea… ¿Cómo se puede olvidar así de fácil a alguien que de verdad quieres? ¿Cómo se puede decir que no vale la pena, si al fin y al cabo era su mejor amigo?

Ana decidió poner su mejor cara, sacando una vez más sus dotes de actuación, salió del baño y regresó a bailar, disfruto como si nada el resto de la noche... bailó, estuvo con sus amigos, simplemente disfruto.
Y empezaron las vacaciones, una año más con su familia y la alegría decembrina.
Regalos, primos, sorpresas y un conteo regresivo para empezar un año nuevo, diferente, y para Ana lleno de esperanzas y sueños, de aventuras, de amigos y de amor.

Pasaron rápido las vacaciones, comenzó enero faltaba poco para volver a la escuela y Ana deseaba que Mario se mudara y nunca, nunca volver a verlo, por su descaro más que por otra cosa, pero ella lo sabía, no seria así.

Siete de enero, empiezan las clases; las maestras como cada año preguntan como la pasaron sus alumnos, que regalos recibieron, etc., etc.
Ana no se alejaba de sus amigos, reían y contaban anécdotas navideñas, Mario ni siquiera se acercaba.
Al día siguiente, Mario y su novia cortaron; y aunque Ana debería ser indiferente, le alegró ni suyo ni de Carolina, no malo, ni bueno, justo.

lunes, 19 de julio de 2010

prometo publicar prontooo :)

No he podido publicar ultimamenteee
pero prometo que pronto... ahora qe salga de mi fase de escritora incomprendida xD
buenoo
gracias por darme algo para seguir escribiendo ;)

domingo, 11 de julio de 2010

LA POSADA

Ana evitaba a Mario, no podía creer que el se hubiera atrevido a hacerle semejante cosa, ¡el! No, no lo quería creer.
Pero lo hecho, hecho estaba, y si un día se arrepentía, sería un poco tarde.

Pasaban los días, Ana estaba con sus amigos, reía de cualquier cosa, a pesar de todo, estaba feliz, tenía a su familia, y a sus mejores amigos, ¿Qué más necesitaba? Nada.
Tic, tac, tic, tac… llegó el día de la posada escolar, el día del baile.
Todas las chicas que participarían llegaron puntuales, muy arregladas, maquilladas, los niños no podían creer el cambio que se había producido de la mañana a la tarde.

Ana y sus amigas estuvieron subiéndose a los juegos mecánicos, comiendo, platicando con sus demás compañeros, escuchaban chistes de Raúl, que no desaprovechaba una ocasión para lucirse.
Dieron las 7 de la noche, se escucho al presentador decir:
-Ahora en nuestra posada… el número de Secundaria, ¡un aplauso para recibir a las chicas de 2° grado!

Ya todas en cada lado del escenario esperando que comenzara la música, nerviosas, con toda la escuela, incluyendo padres de familia, amigos, invitados y alumnos pendientes de ellas.

Comenzó la musiquita navideña tan ensayada, comenzó, comenzó…
Todo fue increíblemente rápido… cuando las chicas se dieron cuenta estaban todas abrazadas al centro acomodando el final de baile, sonriendo, les había quedado genial

Ana decidió buscar entre la gente a alguien, no sabía a quien… simplemente buscaba una cara conocida que la apoyara; mala idea, justo en ese momento de felicidad vio la cara de Mario, que le sonreía, eso lo hacía peor, ¿Por qué sonreía? Ella le había dado a entender que ya no la buscara entonces ¿Por qué no la dejaba de ver? Ana retiró la mirada, no le iba a arruinar su momento de felicidad.

Todos estallaron en aplausos, las niñas no lo podía creer, su momento de gloria.
Acabó y regresó la calma; a esa hora se abrió la disco, toda secundaria la invadió todas las chicas hicieron un círculo y bailaron, algunos niños se acercaron y bailaron en parejas.
Bailaron por horas enteras, Ana perdió la noción del tiempo, hasta que Mario llegó a despedirse, era el último día que todos se verían hasta Enero del año siguiente.

Ana lo miró desconcertada y con cara de pocos amigos, fingiendo total indiferencia; Mario ignoró el comportamiento de Ana, y le dijo:
-Bye Anita- Y le dio un beso en la mejilla, luego la abrazó muy fuerte, en verdad muy fuerte… y sin tener la más mínima compasión, sin soltarla, incluso cuando su novia los veía y unos segundos antes la había besado frente a Ana le susurró al oído:
-Cuídate mucho, por favor, ya sabes que te quiero mucho, ¡feliz navidad y año nuevo!
Le dio otro beso en la mejilla y se fue…
¿Cómo se atrevía?
Esto era demasiado.

jueves, 17 de junio de 2010

TRAICION

Siguieron ensayando, les estaba quedando muy bien.
Ya quedaba poco tiempo para la posada del Colegio, todos estaban emocionados y se notaba en el ambiente, vacaciones, regalos, amigos, haber ganado, era una atmósfera muy agradable para segundo.

Era día 25 de Noviembre, un mes antes de navidad, ana escuchaba música en el ipod de rebeca y ambas cantaban a todo pulmón, una de sus locuras.
Mario se acercó tímidamente y se sentó junto a ana, que se carcajeaba con sus amigas.
Rebeca dio una muy mala excusa para irse y darles un poco de privacidad, ana le estaba agradecida, sabía que podía confiar en sus amigas.
Mario tomó el ipod y comenzó a buscar una canción, agarró el audífono de Rebeca, y puso una canción que todos conocían, era de esas para bailar, pero de letra romántica:

-“Y que quede claro que eres mía, que no cabe duda que contigo me saqué la lotería mi vida…”

Ana no prestaba mucha atención, hasta que sintió la mirada de Mario sobre ella, volteó hacía el, y este le dijo:

-¿Sabes? Esta canción te la dedico… queda perfecta ¿no?
-¿Ajá?
-Si, estoy seguro, porque contigo si que me saqué la lotería

Ana se quedó atónita, aún no entendía por que nunca había andado con el, no era que el no quisiera, de hecho le había dicho varias veces, pero ella se negaba, no sabía por que, tal vez le daba miedo…
Se quedaron ahí un rato hasta que se acercaron Paola y Rebeca exigiendo a Ana de vuelta, en realidad querían conocer la historia.
Ana duró feliz hasta la hora de taller, las últimas dos horas del día, ella y la mitad del grupo, así como sus amigas estaban en computación.

Llegaron al salón de computación con mucha flojera, era un día caluroso, al parecer la maestra estaba más que de acuerdo con eso, así que dijo:

-¿Quién quiere jugar botella?

Era la mejor manera de sacarles chismes a sus alumnos, y no había nada que le gustara más que un buen chismorreo.

Todos aceptaron con tal de no ponerse a trabajar en códigos.
La botella giró apuntando hacía Diego, uno de los nuevos, que se había vuelto muy buen amigo de Ana y Rebeca; su reto fue darle un beso a Fabiola; lo cumplió.

La botella giró una vez más, esta vez apuntó a Mario, Ana sintió que se le aceleraba el corazón, pero era buena actriz y lo disimulo perfectamente.
Verdad, le tocó verdad.
Esta vez la maestra interrumpió y le preguntó algo que al parecer nadie sabía:

-¿Es verdad que andas con la niña de primero, Carolina?

¡¿Qué?! Pensó Ana, no, no podía ser, ese mismo día el le había dedicado una canción, debía ser un malentendido.

-Si.

Una respuesta tan corta basto, Rebeca y Paola voltearon a ver a su amiga enseguida, ella les había contado de la canción, se dio cuenta de que todos las veían disimuladamente, todos sabían que el quería con ella… al menos eso era lo que creían; pero Ana era muy buena actriz, y puso una muy convincente sonrisa fingiendo que lo sabía.
La botella siguió girando, Ana no prestaba atención, solo sonreía cuando los demás lo hacían, solo seguía la corriente.

Hasta que llegó su turno, que desastroso día.
Sus compañeros se vieron de lo más originales pidiéndole un beso para Mario, no eso no, por favor eso no.

-¡Tiene novia! ¡Como voy a hacer eso!- dijo tratando de encontrar una escapatoria.

-Bueno… dale uno en el cuello, además nada sale de aquí- dijo Raúl. ¡Vaya ayuda!

Todos lo apoyaron, y con toda la repugnancia del mundo Ana lo hizo, sintiéndose más enojada que triste, como se supone que pasa en estos casos.
Salieron del taller, que le parecía eterno.
Sus amigas se acercaron a ella sin saber que decirle.

-No pasa nada ¿Ok? Se los juro, el me dijo algo, pero no sabía que lo iba a hacer tan pronto, ¡enserio! ¡No me vean así! ¡Oigan!- soltó su mejor mentira, sus amigas se tranquilizaron, pero ella por dentro se sentía traicionada ¿Quién no?

sábado, 16 de enero de 2010

COMPETENCIA

Al ser la primera semana de clases, por lo tanto la primera que se veían en mucho tiempo, ana y sus amigos organizaron una ida al cine, por el simple hecho de festejar el volverse a ver.
El grupo de amigos de ana, estaba conformado principalmente por: Rebeca, Paola, Quique y claro Mario. Algunas veces se acercaba Olga, que en realidad estaba ahí por una especie de amor secreto con Quique.

Llegó el viernes y todos se fueron rumbo a el centro comercial, dispuestos a disfrutar al máximo su tarde.
Al entrar a la sala Mario tomó de la mano a ana y no la soltó para nada, ella estaba bastante complacida; así duraron toda la película con ana imaginándose que le daría un beso, uno muy tierno en los labios, cosa que para su desagrado no pasó, pero algo era algo.

Después del cine Rebeca y Paola fueron a casa de ana para seguir la fiesta, así decían ellas, ambas veían a ana con ojos de plato, obviamente habían visto su coqueteo con Mario, parecían incluso más emocionadas que ana.

Estuvieron hasta bien entrada la noche hablando de cosas, de sueños, de sus vidas, al fin durmieron vencidas por el cansancio, por la agitación del día. Las tres soñaron,como buenas adolescentes con su príncipe azul.

Así pasaron los meses, conviviendo con sus amigas, seguía el coqueteo con Mario, clases, tareas,
trabajos, clases…

Estaba bastante cerca la época favorita de la mayoría de las personas: la Navidad; en el Colegio era bastante entretenida pues se hacía una competencia entre los 3 grupos de secundaria para saber quien presentaría el baile en la posada escolar, ahí se demostraba que grupo era el mejor, al menos esa era su forma de ver las cosas.

Su grupo que siempre tenía una gran iniciativa no tardó en motar un baile, no excelente pero si bastante bueno, bailaban puras niñas vestidas con unos pantalones de mezclilla, blusa blanca y bufanda roja, simple pero efectivo.

Estuvieron practicando constantemente, querían ganar; teniendo que cambiar algunos de los pasos, ya que las de primero, al no saber que hacer, copiaban su baile.
Incluso los niños, que no quisieron participar, las apoyaban, una vez hicieron una porra, muy pegajosa que hizo enojar a algunos, iba así:

“Segundo ganará… los tetos de primero… y los ardidos de tercero no nos vencerán”

Más de la mitad de los compañeros de tercero se enojaron, pero ¿Qué podían hacer cuando su grupo era más chico y menos colaborativo? Nada, así que solo se quejaron un par de veces y lo dejaron pasar.

Así, pasaron los día y llegó el día de la competencia, uno saldría victorioso, los otros 2 no.
Comenzó con la mirada de la directora y las profesoras presentes, así como con toda la secundaria ahí.
Primero de secundaria puso la pista de su canción y empezó, una se cayó y volvieron a empezar.
Su baile era muy simple, y ninguna se lo sabía bien, ana y sus compañeras reían descontroladamente al ver el ridículo de las pequeñas de la secundaria, hasta que una maestra de mirada asesina las cayó.

Llegó el turno de 2° de secundaria, todas se abrazaron, los chicos les aventaron una vez más una porra y comenzaron, salió muy bien, sin embargo sintieron que les había faltado, aunque sea un poco.

Paso tercero, el único grupo con bailarines mixtos, su baile era lento… muy lento, 2° se secundaria ya saboreaba la victoria…
La directora dio las típicas palabras de aliento:

-Deben saber que todos lo han hecho excelentemente bien, va a ser una difícil decisión, pero no quiero que nadie se vaya a sentir mal, todos lo hicieron muy bien.

En ese momento todas las maestras se reunieron y comenzaron a deliberar con las miradas de todos los concursantes encima de ellas.

Al parecer llegaron a un acuerdo y se separaron.
Todas las chicas de segundo se abrazaron, ana estaba nerviosa, aunque bailaba bien, si le había costado su trabajo aprenderse todo.

La directora tomó el micrófono y dijo:

-Esta fue una decisión muy complicada de tomar, en verdad chicos, decidimos que observando el esfuerzo que se dio en esto, haremos una final, entre 2° y 3° de secundaria, tienen una semana más para perfeccionarlo, hasta entonces, nos vemos.
¡Ah! Y chicas de primero no se desanimen lo hicieron muy bien.- Dijo con cierto grado de sarcasmo en la voz.

Los demás grupos no pudieron evitar un ataque de risa… ¿Qué lo habían hecho muy bien? Eso era pasarse… La directora solo los vio con cara de pocos amigos.

Muy bien, tenían una semana para perfeccionar su baile… pero es ese momento eso no le preocupaba en lo más mínimo a ana, ya que durante su presentación Mario le había mandado ánimos, ahora estaba en su pequeña nube rosa.

No tardaron en volver a ensayar, querían ganar, además, pensaban todas, era una buena excusa para perder clases.
Pasaron los días ensayando y discutiendo que sería mejor para el baile, cuando lo que a esas alturas todas querían es que acabará de una vez por todas.

Llegó el día de la emocionante final entre 2° y 3°, las más pequeñas querían demostrar cuan capaces era, y por que no… subirse el ego, ya que su grupo era considerado el mejor.

En esta ocasión tercero de secundaria empezó, queriéndose lucir, y probablemente poner nerviosas a sus competidoras.
Ana y sus amigas observaban como se equivocaron varias veces a lo largo del baile, y notaron las miradas asesinas de la coreógrafa, Valentina, que no podía contener su enojo, a menos que 2° hiciera un ridículo habían perdido, y eso no lo podía soportar.

Más tranquilas que antes ana, Paola, rebeca, Fabiola y el resto de las bailarinas comenzaron.
Su baile salió incluso mejor que en la primera ronda, se sentían orgullosas, pero al ver las caras serias de las profesoras, se pusieron nerviosas de nuevo, nada estaba seguro, y al ser el último año de 3° de secundaria les darían preferencia.

La directora tomó el micrófono y hubo una extraña sensación de dejavú en el ambiente.

-Sin lugar a dudas es una competencia bastante fuerte ¿No misses?- todas asintieron.- En fin, se debe elegir a un grupo ganador y al parecer por decisión unánime, los ganadores son… ¡2° de secundaria!

Todo el grupo que ya estaba abrazado comenzó a gritar y a saltar, ni ellos entendían su reacción, era en verdad descontrolada; después de todo, habían ganado.

martes, 15 de diciembre de 2009

1.- NUEVO

Nuevo día, nuevas cosas, nuevo, nuevo, nuevo… nuevo curso, 2° de secundaria estaba comenzando, y aunque primero había sido un año lleno de aventuras y amigos hasta el último momento, sabía que este año sería diferente, por alguna razón más especial.

Al entrar buscó a aquellas que se habían vuelto sus confidentes, sus dos mejores amigas: Rebeca y Paola, al verse las tres corrieron y se abrazaron, habían pasado 2 meses desde la última vez que se vieron, y eso era realmente bastante.
Después del efusivo reencuentro se dieron regalos traídos del verano y contaron anécdotas de esos 2 meses, las tres estaban tan emocionadas.

Sin embargo había otra razón por la que ana estaba tan feliz, y con tan buenas expectativas acerca de este curso, el, ese que se había vuelto su mejor amigo… y que al entrar a la secundaria le había declarado su eterno amor… ella estaba segura de que este año, sería su año… el año en el que podrían ser novios.
El se acercó a saludarla, ambos se quedaron viendo haciendo bastante obvio lo mucho que se gustaban… aunque a esas alturas todos lo sabían.
Justo en ese momento e sacó un pequeño paquete de su bolsa, se lo entregó a ana y le dijo:
Feliz cumpleaños atrasado.
¡Dios! Se había acordado, eso era mucho más de lo que tenía previsto, estaba loca de felicidad; y ahí apareció Rebeca, diciéndole que la acompañara, ana agradeció esto, aunque moría de ganas de estar con el no sabía ni que decirle, así que se fue con Rebeca, mas feliz que nunca.

Saludó a un par de amigos más y entraron al salón.
Ana y sus amigas no eran lo que se podía llamar el sector popular, sin embargo eran felices, tenían amigos y eran en verdad unidos; aunque de vez en cuando ana se preguntaba que se sentiría estar con ellos, con aquellos a los que todos deseaban pertenecer, y al parecer una de las nuevas ya lo había logrado, solo por gustarle a uno de los “popus”.

En fin, eso era algo en lo que no tenía por que preocuparse, ella tenía a sus amigos.
Comenzó el día normal, presentar a los nuevos, volver a ver la cara de los mismos maestros… lo mismo…
Llegó la hora de la salida, y ana salió caminando pensando en cualquier trivialidad, así que no vio cuando se acercó Fabiola, una de las consideradas populares, que cabe mencionar no eran groseras… pero eran esas que reían sin parar que estabn con los chicos guapos, etc.
Fabiola, a la cual le encantaba el cotilleo le preguntó acerca de ella y Mario…. El…, ana se puso nerviosa enseguida… ¿se había dado cuenta? Vaya pregunta tonta, todos se habían dado cuenta, para ser realistas, todos lo sabían incluso desde 6° de primaria, ana balbuceó:
Solo nos saludamos…
Fabiola entendió que no diría más y se fue con sus amigos.

En ese instante alguien llego, otra vez, por atrás, era Mario, ya se iba.
Se despidió de ella con un tierno beso en la mejilla, empezó a caminar, y regresó… para darle un beso más. Eso bastó para que ana permaneciera feliz el resto del día.