sábado, 16 de enero de 2010

COMPETENCIA

Al ser la primera semana de clases, por lo tanto la primera que se veían en mucho tiempo, ana y sus amigos organizaron una ida al cine, por el simple hecho de festejar el volverse a ver.
El grupo de amigos de ana, estaba conformado principalmente por: Rebeca, Paola, Quique y claro Mario. Algunas veces se acercaba Olga, que en realidad estaba ahí por una especie de amor secreto con Quique.

Llegó el viernes y todos se fueron rumbo a el centro comercial, dispuestos a disfrutar al máximo su tarde.
Al entrar a la sala Mario tomó de la mano a ana y no la soltó para nada, ella estaba bastante complacida; así duraron toda la película con ana imaginándose que le daría un beso, uno muy tierno en los labios, cosa que para su desagrado no pasó, pero algo era algo.

Después del cine Rebeca y Paola fueron a casa de ana para seguir la fiesta, así decían ellas, ambas veían a ana con ojos de plato, obviamente habían visto su coqueteo con Mario, parecían incluso más emocionadas que ana.

Estuvieron hasta bien entrada la noche hablando de cosas, de sueños, de sus vidas, al fin durmieron vencidas por el cansancio, por la agitación del día. Las tres soñaron,como buenas adolescentes con su príncipe azul.

Así pasaron los meses, conviviendo con sus amigas, seguía el coqueteo con Mario, clases, tareas,
trabajos, clases…

Estaba bastante cerca la época favorita de la mayoría de las personas: la Navidad; en el Colegio era bastante entretenida pues se hacía una competencia entre los 3 grupos de secundaria para saber quien presentaría el baile en la posada escolar, ahí se demostraba que grupo era el mejor, al menos esa era su forma de ver las cosas.

Su grupo que siempre tenía una gran iniciativa no tardó en motar un baile, no excelente pero si bastante bueno, bailaban puras niñas vestidas con unos pantalones de mezclilla, blusa blanca y bufanda roja, simple pero efectivo.

Estuvieron practicando constantemente, querían ganar; teniendo que cambiar algunos de los pasos, ya que las de primero, al no saber que hacer, copiaban su baile.
Incluso los niños, que no quisieron participar, las apoyaban, una vez hicieron una porra, muy pegajosa que hizo enojar a algunos, iba así:

“Segundo ganará… los tetos de primero… y los ardidos de tercero no nos vencerán”

Más de la mitad de los compañeros de tercero se enojaron, pero ¿Qué podían hacer cuando su grupo era más chico y menos colaborativo? Nada, así que solo se quejaron un par de veces y lo dejaron pasar.

Así, pasaron los día y llegó el día de la competencia, uno saldría victorioso, los otros 2 no.
Comenzó con la mirada de la directora y las profesoras presentes, así como con toda la secundaria ahí.
Primero de secundaria puso la pista de su canción y empezó, una se cayó y volvieron a empezar.
Su baile era muy simple, y ninguna se lo sabía bien, ana y sus compañeras reían descontroladamente al ver el ridículo de las pequeñas de la secundaria, hasta que una maestra de mirada asesina las cayó.

Llegó el turno de 2° de secundaria, todas se abrazaron, los chicos les aventaron una vez más una porra y comenzaron, salió muy bien, sin embargo sintieron que les había faltado, aunque sea un poco.

Paso tercero, el único grupo con bailarines mixtos, su baile era lento… muy lento, 2° se secundaria ya saboreaba la victoria…
La directora dio las típicas palabras de aliento:

-Deben saber que todos lo han hecho excelentemente bien, va a ser una difícil decisión, pero no quiero que nadie se vaya a sentir mal, todos lo hicieron muy bien.

En ese momento todas las maestras se reunieron y comenzaron a deliberar con las miradas de todos los concursantes encima de ellas.

Al parecer llegaron a un acuerdo y se separaron.
Todas las chicas de segundo se abrazaron, ana estaba nerviosa, aunque bailaba bien, si le había costado su trabajo aprenderse todo.

La directora tomó el micrófono y dijo:

-Esta fue una decisión muy complicada de tomar, en verdad chicos, decidimos que observando el esfuerzo que se dio en esto, haremos una final, entre 2° y 3° de secundaria, tienen una semana más para perfeccionarlo, hasta entonces, nos vemos.
¡Ah! Y chicas de primero no se desanimen lo hicieron muy bien.- Dijo con cierto grado de sarcasmo en la voz.

Los demás grupos no pudieron evitar un ataque de risa… ¿Qué lo habían hecho muy bien? Eso era pasarse… La directora solo los vio con cara de pocos amigos.

Muy bien, tenían una semana para perfeccionar su baile… pero es ese momento eso no le preocupaba en lo más mínimo a ana, ya que durante su presentación Mario le había mandado ánimos, ahora estaba en su pequeña nube rosa.

No tardaron en volver a ensayar, querían ganar, además, pensaban todas, era una buena excusa para perder clases.
Pasaron los días ensayando y discutiendo que sería mejor para el baile, cuando lo que a esas alturas todas querían es que acabará de una vez por todas.

Llegó el día de la emocionante final entre 2° y 3°, las más pequeñas querían demostrar cuan capaces era, y por que no… subirse el ego, ya que su grupo era considerado el mejor.

En esta ocasión tercero de secundaria empezó, queriéndose lucir, y probablemente poner nerviosas a sus competidoras.
Ana y sus amigas observaban como se equivocaron varias veces a lo largo del baile, y notaron las miradas asesinas de la coreógrafa, Valentina, que no podía contener su enojo, a menos que 2° hiciera un ridículo habían perdido, y eso no lo podía soportar.

Más tranquilas que antes ana, Paola, rebeca, Fabiola y el resto de las bailarinas comenzaron.
Su baile salió incluso mejor que en la primera ronda, se sentían orgullosas, pero al ver las caras serias de las profesoras, se pusieron nerviosas de nuevo, nada estaba seguro, y al ser el último año de 3° de secundaria les darían preferencia.

La directora tomó el micrófono y hubo una extraña sensación de dejavú en el ambiente.

-Sin lugar a dudas es una competencia bastante fuerte ¿No misses?- todas asintieron.- En fin, se debe elegir a un grupo ganador y al parecer por decisión unánime, los ganadores son… ¡2° de secundaria!

Todo el grupo que ya estaba abrazado comenzó a gritar y a saltar, ni ellos entendían su reacción, era en verdad descontrolada; después de todo, habían ganado.